20 de abril de 2024
El sentirse popular a nuestros políticos es una práctica que a creencia de ellos, suponen que un país los ama, representado en un cúmulo menor de simpatizantes en un evento público. Si usted ya está haciendo corajes por ser a fin de la famosa 4ta. Transformación, le invito a que deje de leer estas humildes letras por que le diré que es más de lo mismo, más de ese pasado corrupto.

 

@Mascarita

 

En la política moderna de nuestro hermoso México, los funcionarios públicos se caracterizan por una sola razón, no por sus logros, no por sus metas, no por sus fracasos ni mucho por sus errores, todos se caracterizan por que les gusta ser bien queridos, bien apapachados, consentidos.

Desde que tengo uso de razón, desde Don José López Portillo hasta Andrés Manuel López Obrador, les encanta perseguir ese calor humano de simpatizantes acarreados y funcionarios aplaudidores.

El sentirse popular a nuestros políticos es una práctica que a creencia de ellos, suponen que un país los ama, representado en un cúmulo menor de simpatizantes en un evento público.

Si usted ya está haciendo corajes por ser a fin de la famosa 4ta. Transformación, le invito a que deje de leer estas humildes letras por que le diré que es más de lo mismo, más de ese pasado corrupto.

Si. Más de lo mismo, recuerdo en infancia cuando los gloriosos y majestuosos presidentes de nuestro país a finales de los 70s. 80s. 90s. Hasta en la actualidad. Las instituciones federales se desbarataban por que el presidente llegaría a nuestra ciudad, pasaría por nuestras calles, comería en nuestros restaurantes, utilizaría nuestro aeropuerto y en el trayecto a su llegada hasta el evento, calles barridas, postes pintados, algarabía y júbilo por calles y callejones de la ciudad por donde nuestro presidente de México transitaría.
Bardas pintadas, baches tapados, fugas de agua reparadas para que se mirara una ciudad limpia, ordenada y feliz.

Pues bien, hoy pasa lo mismo, caprichos descomunales y gastos exagerados en proyectos que serán un fracaso y giras sin objetivo, se le añade los caprichos, gustos o traumas de nuestro mandatario.

Pintar de café un acueducto de agua que cruza la imponente y majestuosa Rumorosa, enclavada en Baja California sobre jurisdicción de La Ciudadela de Tecate, entre la Laguna salada, El Cóndor, Estados Unidos y El Heroico Cerro de El Centinela.

Atraviesa un acueducto de cientos de metros que transporta ese vital líquido para la zona costa Baja Californiana, en donde se encuentran las ciudades de Tijuana, Rosarito y Ensenada, alcanzando también la ciudad de Tecate.

Pues bien, esos cientos de metros de tubería de color azul fueron pintados, coloreados, teñidos o manchados de color arena.

Esto para darle una armonía con el ecosistema del entorno del mencionado acueducto.

Así se refirieron los nuevos encargados de abastecer el agua a Baja California.
No sin antes el Ciudadano presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ya se avía quejado de las estructuras que producen energía eólica para la región montadas en lo más alto de la Rumorosa. Una cadena de montañas rocosas quizá única en su tipo en el mundo.

Tal dependencia que suministra el agua potable a Baja California, no escatimó en el costo ni mucho menos poner en riesgo a los trabajadores que se dedicaron a pintar él tubo.
Caprichos, miles de pesos, horas hombre y riesgos se invirtieron en tal gasto.

El día de hoy nos damos a la tarea de avisarles o consultar a los vigilantes del agua Baja Californiana, si todos los acueductos serán pintados con diferente color al que exige una norma técnica para el transporte de agua , ya que en el Corazón del Fraccionamiento Rubí de Tijuana.

Para ser más exactos en la Colonia Cumbres del Rubí sobre paseo de El Rubí. Se encuentran dos acueductos que realizan la misma función, solo que aquí existe una pregunta. Qué tipo de pintura se utilizaría para que fuera amable con el entorno? El de inseguridad? El de abandono? El de marginación? Los caprichos del pasado cumpliéndose en el presente.