29 de marzo de 2024

Tijuana B.C. (Redacción) 5 de noviembre de 2014.- Con la puesta en marcha de la Estrategia Nacional para Prevenir y Controlar el Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, México va en la dirección correcta para revertir este problema de salud pública, afirmó Juan Carlos Zevallos, especialista de la Universidad de Miami, Florida, Estados Unidos.

Durante su participación en el inicio de los trabajos del Congreso de Promoción de la Salud 2014, en San José del Cabo, Baja California Sur, en el cual durante cuatro días se intercambiarán experiencias y modelos exitosos que se han realizado en el país, así como a nivel regional, el catedrático norteamericano hizo un análisis sobre el impacto de las estrategias que se llevan a cabo en territorio mexicano.

Al dictar  el Taller Vigilancia Epidemiológica de las Enfermedades Crónicas no Transmisibles, Enfoque Diabetes y Riesgo Cardiovascular, reconoció los programas preventivos que aplica la Secretaría de Salud Federal, que encabeza la doctora Mercedes Juan, como el Modelo de Intervención para la búsqueda y seguimiento de factores de riesgo en diabetes y cardiovasculares en la población general.

El doctor Zevallos, también director científico del Proyecto Fronterizo México-Estados Unidos, sobre obesidad, sobrepeso y diabetes, que se llevó a cabo en 10 estados colindantes entre ambas naciones, destacó como una prioridad fomentar la participación familiar en la atención y cuidado de pacientes diabéticos, especialmente para tener el control alimenticio.

Durante el primer día de trabajos, Zevallos impartió un curso para reforzar la Vigilancia Epidemiológica de enfermedades crónica no trasmisibles, en las instituciones del sector salud.

En el taller Manejo Integral de la Obesidad y el Sobrepeso. Aspectos Psicosociales, Plan Alimenticio, Ejercicios Fármacos, la doctora Celsa López Campos, integrante de la Red de Vigilancia de Enfermedades Crónicas del Continente Americano, explicó que en los centros de salud se ha reforzado la atención a personas con sobrepeso y obesidad. “Los especialistas entregan a los pacientes un plan nutricional y de ejercicio físico adecuado a las necesidades y posibilidades individuales”.

Señaló que la pérdida de entre 10 y 15 por ciento del peso,  reduce el riesgo de depresión, aumenta autoestima y controla comorbilidades. Mientras que la baja de peso de entre el 5 y 10 disminuye el riesgo cardiovascular asociado a la obesidad.

Dijo que si en el último año, se subieron cinco kilogramos de peso, recomendó llevar una dieta levemente hipocalórica, limitar grasas y aumentar actividad física.

Sólo en los casos que presenten una circunferencia mayor a los 102 centímetros de cintura, y no bajen cinco kilogramos de peso, en un periodo de 4 a seis meses, con dieta y ejercicio, se recomienda el uso de fármacos.

El objetivo de este Congreso se centra en generar sinergias entre los gobiernos federal, estatales y municipales, para el establecimiento y operación de programas preventivos de amplio alcance, y se impulse una agenda de salud en un contexto Intercultural respetuoso de los Derechos Humanos.